Descripción del proyecto
POLÍTICA MATONESCA
Por algo llaman a Maura hasta los conservadores “el hombre de los desplantes y las frases”. Su oratoria, en fuerza de ser arrogante, se convierte en matonesca y no formula una queja el país sin que él la conteste con amenazas irritantes.
Quiere Maura ser un político de carácter bien determinado, y ha escogido el de valentón parlamentario, pues solo abre la boca para insultar al país.
Sometido en absoluto a los jesuitas, a cuyas residencias se retira a hacer ejercicios cuando siente la voluptuosidad de embriagarse con nubes de incienso y pláticas dulzonas, aspira Maura a ser el sostenedor brioso de los intereses y el predominio de las órdenes religiosas. Ya que no puede alcanzar el título de “Espada de la Iglesia”, como el apóstol, quiere merecer el dictado de “Garrote de la clerecía”, y colocado entre un fraile traidor y la nación que protesta, no duda en inclinarse de parte de aquel.