Descripción del proyecto
EL CINEMATÓGRAFO ES LA NOVELA DE LAS IMÁGENES. UNA ENTREVISTA CON BLASCO IBÁÑEZ
Francisco José Ariza
Peregrino del arte, Vicente Blasco Ibáñez, cuyo talento fue coronado de laureles en los Estados Unidos mucho antes de su reciente arribo a estas playas, no podía eximirse de la tortura, un poco vulgar y un poco artificial, de las entrevistas. Los enjambres reporteriles cayeron sobre él apenas puso los pies en el territorio de la Unión y, a fuerza de aguijoneo, le dejaron la epidermis excesivamente sensible a la intrusión periodística.
En este país, los hombres públicos son propiedad de todo el mundo y cada uno se cree con derecho para inquirir, hurgar, escarbar y abrumar a preguntas a cuanto novelista, político, poeta, escritor o publicista se pone a tiro. Y es natural que los que llegan, un tanto deslumbrados por la novedad de lo exótico, a la nación norteamericana, padezcan con menos paciencia que los radicados aquí, esas indiscreciones de los cronistas que no por bien intencionadas, dejan de ser, a veces, sobrado penosas para el sacrificado.
Cine-Mundial tenía la obligación de pedir al autor de La bodega medía hora de charla porque el cine es una expresión de arte y si los artistas y los hombres de letras de la talla de Blasco Ibáñez no hablan de eso, entonces es hora de que nos callemos todos. Pero, sin embargo, nos sentíamos cohibidos al presentarnos ante el novelista porque han sido tantas las revistas y publicaciones que lo han obligado a hablar, que era de rigor presumir en él justificado cansancio.