Descripción del proyecto
Eduardo del Saz
Ha muerto Blasco Ibáñez
En aquella villa andaluza funcionaba una librería más de la que la copla concede a las ciudades béticas. Como el dueño de ella proponíase arruinar al de la otra, trajo siempre novedades literarias. Por eso una vez, de paso por la ciudad, vi en el escaparate un libro abultado, cuya tapa rústica tenía el título de Arroz y tartana. De este modo, por casualidad descubrí, uno entre los primeros, al novel novelista Blasco Ibáñez.