Descripción del proyecto
EL NIETO
Salió de Toledo con el amplio pantalón a lo zuavo, el cuello alto de deslumbrante blancura, y la guerrera ajustada sobre su talle. En su rostro exangüe quedaba poco de la robustez del abuelo y la salud de hierro del hijo. Un siglo de guerras de fatigas y penalidades había dejado para él poca sangre y poco músculo.
Se aburría; se aburría. Él, que había soñado noches enteras con Napoleón y recordaba las historias del abuelo contadas por su padre en las veladas, veía reducida su existencia a las guardias monótonas, a desasnar reclutas en los campos de maniobras y a mandar el piquete en procesiones y entierros.
¿Es que las guerras habían acabado ya para siempre? ¿Acaso España tendría el ejército por puro lujo?