En este intenso año de celebraciones muchos visitantes nos preguntan sobre la distribución del chalet original de Blasco Ibáñez. Aunque es una verdadera lástima que no pudiera conservarse por su avanzado estado de deterioro, afortunadamente la Casa-Museo Blasco Ibáñez es hoy en día testimonio vivo del legado de nuestro afamado escritor.
Recuperamos aquí la minuciosa descripción del chalet de la Malvarrosa que nos dejó escrita Pigmalión.
Descripción del interior del chalet de la Malvarrosa
Tomada del libro de PIGMALIÓN: Blasco Ibáñez, novelista. Valencia, 1967, págs. 32-33.
La distribución en piezas de la casa de la Malvarrosa, de Blasco Ibáñez, era la siguiente:
Planta baja, entrando por el jardín. La entrada era amplia desde la puerta del jardín hasta la del mar.
A la derecha había una puerta de una habitación decorada pretenciosamente a estilo japonés, en la cual un balconcito daba entrada al sol del mediodía y otro daba a la fachada del jardín.
Contigua a esta habitación había otra, igualmente con un balconcillo al mediodía. En esta pieza había un piano y es aquí donde se recibía a los amigos y artistas de piano y canto que querían obsequiar con su arte. Ésta y la anterior se comunicaban entre sí por una puerta.
Contigua a esta pieza, siguiendo siempre la dirección hasta la puerta del mar, estaba la escalera y en su hueco había instalado el teléfono. A continuación de este hueco se encontraba otra habitación-dormitorio con ventana o balconcillo al mar.
En el ala izquierda (siempre entrando por la puerta del jardín), estaba la biblioteca, que tenía dos ventanas laterales afuera y un balconcito al jardín. Contigua a esta pieza estaba la sala de baño con balconcillo o ventana al mar.
En el primer piso, situándonos en el balcón del centro mirando hacia el mar, nos encontrábamos en un salón de estar y donde se recibía a las visitas. A la derecha, una puerta comunicaba con un dormitorio que tenía ventana en la pared lateral de la casa y un postigo que comunicaba con el dormitorio donde dormía el matrimonio Blasco Ibáñez, el cual dormitorio tenía un balcón que miraba al jardín y una ventana en la pared lateral del edificio. Esta pieza solamente tenía entrada por el postigo del dormitorio contiguo y por el balcón balaustrado, que era corrido, y comunicaba exteriormente los tres huecos del primer piso de la fachada.
A la izquierda (situándonos en el balcón central que mira al jardín y mirando al mar) había una habitación dormitorio, y contiguo a ésta, la pared de la cocina, cuya entrada se verificaba por el comedor.